lunes, 30 de diciembre de 2013

Conocer el pasado a través del esmalte dental


¿Qué tiempo hizo el 15 de abril de 1982? Pocas personas serían capaces de responder a esta pregunta sin pensárselo ni un segundo sin ningún tipo de ayuda más allá de su cerebro. Son los denominados savants (sabios) y en la actualidad, son menos de 50 en todo el mundo.
Se caracterizan por tener una memoria prodigiosa, “muy profunda, pero excesivamente estrecha”, como indica Darold Treffert, principal autoridad que estudia este síndrome. Esto quiere decir que pueden recordar fácilmente, pero tienen dificultad a la hora de utilizar su memoria.
Algunos savant tienen la capacidad de memorizar calendarios enteros y recordar datos concretos referentes a cada uno de esos días, como las condiciones climáticas. Pero está claro que por mucho que su memoria sea prodigiosa, no serán capaces de recordar cómo era el clima hace 11 millones de años.
Entonces, ¿a quién podemos preguntar? Por increíble que parezca, un equipo científico en el que ha colaborado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), le ha preguntado a 149 muestras de esmalte dental de mamíferos herbívoros procedentes de 18 yacimientos ibéricos distintos. ¡Y los isótopos de oxígeno y carbono de los dientes fosilizados de los animales les han dado la respuesta!
Conocer la proporción de estos isótopos ha permitido conocer el tipo de agua que habían bebido los mamíferos, qué clase de alimentación tenían y los cambios de temperatura ambiental. Esto ha permitido a los científicos recrear un escenario muy aproximado de las condiciones ambientales de aquella era.
Será mejor que cuidemos nuestros dientes, porque quizá dentro de 11 millones de años otro científico quiera conocer cuáles eran las condiciones climáticas de nuestra época, y nuestro esmalte dental será de vital importancia.

viernes, 29 de noviembre de 2013

La seda y cinta dental: tu mejor aliada

La utilización de la seda y cinta dental es imprescindible para completar una limpieza bucal profunda y efectiva. 
Debemos pensar que nuestra boca es como una casa grande llena de habitaciones, en la que tenemos que limpiar el polvo de todos los rincones. Quizá no siempre nos apetece o tenemos tiempo pero constituye uno de los métodos más sencillos y eficaces a la hora de prevenir futuros problemas de dientes y encías, como las caries o la enfermedad periodontal.
 El cepillo dental es el elemento clave para la limpieza de la cavidad bucal. Los espacios interproximales (entre diente y diente) requieren la adición de otros elementos de higiene para la limpieza de estas zonas ya que son de más difícil acceso. Si los espacios son estrechos, pueden limpiarse mediante el uso de seda o cinta dental, en el caso de espacios más anchos pueden utilizarse cepillos interproximales. Podemos finalizar la limpieza para que esta sea lo más completa mediante el uso de irrigadores bucales y colutorios.

Si al utilizar la seda o cinta dental aparece sangrado, a no ser que no se haya realizdo un mal uso de éste, ello es debido a que padecemos inflamación de las encías. No debemos dejar de utilizar la seda o cinta dental sino al contrario, continuar haciéndolo ya que el sangrado es signo de que tenemos biofilm oral (placa bacteriana) que se debe eliminar. Con el uso habitual de la seda o cinta dental, iremos eliminando las bacterias y con ello el sangrado irá desapareciendo.

Vale la pena incorporar este sencillo gesto de limpieza a nuestra rutina diaria y disfrutar así de una boca más sana. No olvidemos que, el año pasado, el Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos de España presentaba los resultados de un estudio que reflejaba que un tercio de los entrevistados (adolescentes y adultos) se cepilla los dientes sólo una vez al día, y casi un seis por ciento admitía que no lo hace nunca, porcentaje que aumentaba significativamente entre las personas mayores de 65 años. Unos datos sin duda preocupantes y que perjudican seriamente nuestra salud bucal.

¿Cómo usamos la seda o cinta dental?

Recomendamos 3 sencillos pasos para una correcta utilización de la seda dental:

1.  Enrolla unos 40-45 centímetros de seda o cinta dental alrededor del dedo corazón de una mano y con el dedo corazón de la otra se va recogiendo la seda utilizada. Presiona con los dedos pulgar e índice, dejando 2 ó 3 centímetros de largo entre uno y otro dedo.

2. Mantén estirada de 2 a 3 centímetros la seda dental entre los dedos y guíala con suavidad entre los dientes con un movimiento de “sierra”.

3. Desliza la seda alrededor de cada diente. Pasa la seda hasta la encía y 1-2 mm por debajo de la encía, deslizándola hacia atrás y hacia delante, hacia arriba y hacia abajo. Retira la seda o cinta con un movimiento de atrás hacia delante.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Carillas de porcelana: La mejor Solución al Problema estético


¿Qué son las carillas de porcelana?

Las carillas de porcelana - también llamadas facetas cerámicas o frentes laminados -, así como las coronas, se emplean en tratamientos de precisión de estética dental (u odontología estética) como solución para reconstruir una sonrisa dañada por alguna alteración en el color de los dientes, permitiendo al paciente volver a lucir una sonrisa perfecta. Teniendo en cuenta que la expresión de la cara es lo primero que ve la persona con quien se entabla conversación, la colocación de carillas de porcelana es un tratamiento en auge en el sector dental que incluso permite al paciente superar la inseguridad que le provocaba el mostrar su antigua sonrisa defectuosa. 
En una terminología sencilla, una carilla de porcelana es una lámina más o menos fina que cubre toda la cara frontal del diente, adhiriéndose a ella mediante una determinado tipo de cemento de resina (naturalmente no visible externamente). Al no requerir de una intervención muy complicada o dolorosa, y al presentar resultados excelentes (en duración y aspecto natural), la colocación de carillas de porcelana es una técnica reconstructiva muy demandada entre los tratamientos odontológicos estéticos, sobre todo en aquellos casos en que la reconstrucción de una sonrisa es más complicada. Muchos actores y actrices de cine, cantantes, famosos y otras personalidades, ya han mejorado – sin que se note – el diseño de su sonrisa mediante este tipo de carillas.

 Históricamente, la colocación de carillas de porcelana era complicada puesto que no se disponía de materiales que garantizasen una adherencia suficiente y duradera a las piezas dentales. Sin embargo, la evolución de dichos materiales cerámicos y las técnicas que se emplean actualmente en su colocación (es posible adaptar perfectamente las carillas a distintas formas de caras dentales), hacen que una carilla de porcelana correctamente adherida a la cara de un diente no presente ningún problema remarcable. 

Hay que hacer incidencia en que es recomendable – e incluso necesario – el haber solucionado cualquier problema de salud dental antes de solicitar al dentista la solución a un problema estético. Sin embargo, en todas las clínicas den-tales serias, si se identifica cualquier problema a la hora de  evaluar una posible colocación de carillas de porcelana, se le indica al paciente la necesidad de tratar dicho problema previamente. 

Por ello, tras el tratamiento, el paciente no sólo obtiene una nueva sonrisa bonita, sino que además – y lo que es más importante – su nueva sonrisa es además perfecta en términos de salud e higiene dental.
 
Ventajas e inconvenientes de las carillas de porcelana

El objetivo perseguido al realizar un tratamiento de estética dental es conseguir mejorar la sonrisa del paciente y, por tanto, el aspecto general de su cara. 

Existen varias ventajas de utilizar las carillas de porcelana para alcanzar este objetivo:

• Mediante una carilla de porcelana es posible cambiar la forma de los dientes, su color e incluso su posición.

• Pueden emplearse en casos complicados (no obstante, en casos de grandes apiñamientos de dientes, defectos en la relación de las arcadas dentarias o bruxismo, puede tener que descartarse el tratamiento y el paciente debe optar por otra posibilidad, siempre con el correspondiente asesoramiento del dentista).

• Se trata de un tratamiento relativamente poco invasivo ya que, al tratarse de láminas que se adhieren al esmalte dental, no es necesario modificar excesivamente la forma original del diente del paciente tallándolo. Se ajustan perfectamente – y con fuerza – al diente cuyo aspecto se quiere modificar, por lo que no requieren de grandes alteraciones del tejido dentario.

• A diferencia de las carillas de composite, las carillas de porcelana son piezas de larga duración. Ello no significa que no exista desgaste (todo elemento está sujeto a un cierto desgaste, incluso lógicamente los dientes propios) o que no puedan romperse nunca, pero no es habitual que suceda tras poco tiempo, como puede suceder con otros tratamientos. Las carillas de porcelana mantienen durante mucho tiempo el color, brillo y aspecto que te-nían cuando se colocaron (no se tiñen – por ejemplo con el vino o el café). 

• A diferencia de otros tratamientos de estética dental, la colocación de carillas de porcelana no suele hacerse en una única sesión: requiere de dos visitas a la clínica odontológica o a la consulta dental escogida, aunque el alto grado de reconstrucción de la sonrisa que se obtiene justifica esta pequeña incomodidad.

• Una vez ha cementado la carilla, el paciente puede co-mer y hablar con normalidad, por lo que el proceso de adaptación tras el tratamiento es mínimo.

• A diferencia de las piezas dentales propias, no retienen placa bacteriana, cosa que ayuda a mantener una salud dental óptima. Ello naturalmente siempre y cuando el paciente siga los consejos e indicaciones del dentista en cuanto a su higiene dental.

• No suele existir rechazo por parte del paciente, por lo que su colocación es indicada en todo tipo de bocas.

Evidentemente también existen algunos inconvenientes que hay que tener en cuenta a la hora de decidirse por un tratamiento con carillas de porcelana:

• Si bien no es un tratamiento dental muy invasivo o doloroso (sólo puede ser preciso tallar mínimamente el esmalte dentario), sí hay que tener en cuenta que las carillas de porcelana se preparan para que se adapten perfectamente a cada diente de un paciente. Por ello, su diseño y preparación en laboratorio requiere de tiempo, así como su colocación, cosa que hace que este trata-miento tenga un coste relativamente elevado. Sus resultados son óptimos, pero no es un tratamiento barato.

• Una vez puesta una carilla de porcelana no es posible repararla ni quitarla fácilmente (hay que romperla). Además, tanto el tallado previo del diente como el diseño de la carilla de porcelana y la manipulación de la misma mientras se coloca en la boca requieren de unos conocimientos técnicos en estética dental elevados, puesto que no es un proceso sencillo. 

• Así pues, a diferencia de lo que sucede con otros tratamientos, la elección de un especialista odontológico reconocido que asesore sobre el color y la forma más adecuados en cada caso, y que proporcione garantías a la hora de llevar a cabo el tratamiento con carillas de porcelana, es extremadamente importante.